"Cultura como usina, como fábrica de símbolos de un pueblo. Cultura como un conjunto de signos de cada comunidad y de toda la nación. Cultura como el sentido de nuestros actos, la suma de nuestros gestos, el sentido de nuestro modo de vida." [GIL, Gilberto. Discurso de asunción como Ministro de Cultura de Brasil, 2003]

lunes, 28 de junio de 2010

La Danza y el Cine, dos artes que van de la mano

Por años estas dos artes han sido unos de los principales medios para que las personas pudieran expresar sus sentimientos, sus estados de ánimo ya sea ira, dolor, alegría, odio, amor, tristeza.

El baile comenzó a relacionarse con el cine desde que este último nació y ha sido utilizado por los grandes directores en sus películas, incluso en la etapa muda. Como lo hizo Charles Chaplin en el Gran Dictador en su escena jugando con un globo terráqueo.

Están, por ejemplo, los pasos extasiados de Gene Kelly en Cantando bajo la lluvia. La composición de danza y canto en la escena de la liberación del pueblo campesino en Novecento de Bertolucci, y el baile de tango de Al Pacino al son de la melodía por una pieza de Gardel en Perfume de mujer.

En los sesenta, momento de ruptura en el cine, le llega la hora a West Side Story, obra que se aparta del aire romanticón del ciclo clásico y nos lleva a las calles sucias de un Nueva York depauperado, campo de batalla de dos pandillas juveniles. A ritmo de música y danza se analizan problemas como la migración latina, la delincuencia juvenil y la marginalidad.

Un ambiente duro y lleno de crudeza está presente en Danzad, malditos, Danzad, de Sydney Pollack. Si antes el baile era motivo de alegría y vitalidad, aquí nos muestra su cara degradante. Narra las vivencias de bailarines aficionados que durante la época de la Gran Depresión participaban en las maratones de baile para ganarse unos cuantos dólares.

A fines de los setenta apareció John Travolta, que se convertiría en el rey de las discotecas con títulos como Fiebre de Sábado por la noche, en el que encarnó a Tony Manero, moviendo la pelvis al ritmo de las canciones de Los Bee Gees; o el Danny Zuko en Grease, en el que comparte rol con Olivia Newton John.

Pero uno de los títulos más emblemáticos es Fama, película donde se encuentran distintas manifestaciones artísticas.

En 1983 pudimos ver a Jennifer Bells interpretando a Alexandra Owens, una adolescente ambiciosa que no tenía mucha técnica pero si mucho talento. Su gran oportunidad se presenta cuando se convocan unas pruebas para un importante musical. Allí podemos oír la famosa y clásica canción Flashdance... What a Feeling interpretada por Irena Cara.

Actualmente hay un sin fin de films musicales acompañados de excelentes coreografías. Como lo fue la trilogía de High School Musical y Hairspray.

Personalmente la que más me gusta de esta época fue Billy Elliot. Se trata de un niño de 11 años que sueña con ser un gran bailarín y a su corta edad enfrenta a su padre y a su hermano, quienes no lo apoyaban ya que por los años ochenta no estaba del todo bien visto que los hombres bailaran, ya que lo consideraban un deporte poco masculino.

A pesar de todo, Billy les demuestra a todos que realimente tiene un don y su padre, que no quiere que termine siendo un obrero como él comienza a darle su aprobación. Es una película muy hermosa, si no la vieron se las recomiendo.

Full Monty es una de mis favoritas en este género. Un grupo de obreros rondando por los cuarenta años, tras quedar desempleados deciden ganar mucho dinero en poco tiempo, por eso recurren al Strip-tease masculino. Es una película muy cómica y de trasfondo tiene el desempleo que hay en la actualidad y los problemas sociales de cómo mantener la dignidad.

Lucyana García

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