"Cultura como usina, como fábrica de símbolos de un pueblo. Cultura como un conjunto de signos de cada comunidad y de toda la nación. Cultura como el sentido de nuestros actos, la suma de nuestros gestos, el sentido de nuestro modo de vida." [GIL, Gilberto. Discurso de asunción como Ministro de Cultura de Brasil, 2003]

lunes, 28 de junio de 2010

Revista Cultura Libre N. 4

¡Bienvenidos a nuestro cuarto número!

En esta edición, el lector saldrá quizá confundido. Nuestros colaboradores por alguna razón han convergido en los temas de sus artículos, y probablemente se encuentren con varias sorpresas.

Juntos pero no revueltos.

A pesar de que se tocan temas comunes, todos están abordados desde las perspectivas de sus columnas, así que se trata de un viaje interesante. ¡Vayamos a ver!

Contenido:







Música: Danzón.


Esperamos que lo disfruten en cantidad. Sigan acompañándonos en esta expedición por la Cultura.


Respetuosamente,

Nuestro Equipo Editorial.



Etiquetas Culturales

Aclarar que no me estoy refiriendo a una estampa pegada en la frente con un código de barras incrustado, gran característica de nuestro mundo moderno. Más bien, refiriéndonos a las características o atributos que se atribuyen a algo o alguien. En este sentido, cuando hablamos de las etiquetas culturales nos estamos dando a la tarea de caracterizar o apuntar ciertas propiedades culturales de algo o alguien.

Cuándo mencionamos palabras como: Punk, Pop, Gótico, Fresa, Clásico, Rockero, Hippie, ¿Qué es lo que te viene a la mente? Seguramente pensaste en características estéticas y físicas, a maquillaje y un estilo de vestir determinado, a un cierto lenguaje, a ciertos gustos musicales o a expresiones artísticas determinadas. Pues ¡Hello! Pensando en ello estás poniendo etiquetas culturales a alguien.

Y eso no es del todo malo, ciertamente, pues por un lado nos ayuda a comprender ciertos estilos y manifestaciones socio-culturales, así como a clasificarlos, analizarlos y conocerlos a profundidad. Pero, ¿no te ha pasado que aunque tú no te consideres un “etiquetado”, los demás lo hacen por ti, y eso tan sólo con un mínimo rastro de simpatía con alguna expresión, un género, o estilo determinado?

Las etiquetas a veces restringen y encasillan a las personas, creando una concepción alrededor de ellas, por lo que es impensable que a un “punk” lo encuentres alguna vez tarareando un tango o una balada romántica, y cuando lo haces, te quedas en “shock”, pues según las etiquetas eso no es lógico.

Y en esta corta reflexión sólo quería recalcar el acento en que si bien, cada uno de nosotros se inclina a ciertas manifestaciones culturales a través de sus múltiples variantes (música, literatura, moda, lenguaje, expresiones culturales), eso no quiere decir que estemos obligados a encasillarnos en un pequeño margen porque estamos “etiquetados culturalmente”, la riqueza de nuestro espíritu radica precisamente en la diversidad que podemos acoger en nuestras preferencias, reafirmando nuestra propia humanidad, plural y siempre deslumbrante.

¿Y tú, qué opinas?

Marisol Hernández Bustamante.

Poética Mexicana


Contiene una Fantasía Contenta con Amor Decente

[Sor Juana Inés de la Cruz*]


Deténte, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.


Si al imán de tus gracias atractivo
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero,
si has de burlarme luego fugitivo?


Mas blasonar no puedes satisfecho
de que triunfa de mí tu tiranía;
que aunque dejas burlado el lazo estrecho

que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.


*Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana conocida como Sor Juana Inés de la Cruz nació en San Miguel Nepantla, México, en 1695. Murió en 1. Sor Juana fue una religiosa católica, poetisa y dramaturga novohispana. Cultivó la lírica y el teatro, así como la prosa. Esta es una de las más grandes poetisas de la literatura mexicana. Entre sus obras: “Los empeños de una casa”, “José y el Divino Narciso”, “Antología de Poemas”.

La Danza y el Cine, dos artes que van de la mano

Por años estas dos artes han sido unos de los principales medios para que las personas pudieran expresar sus sentimientos, sus estados de ánimo ya sea ira, dolor, alegría, odio, amor, tristeza.

El baile comenzó a relacionarse con el cine desde que este último nació y ha sido utilizado por los grandes directores en sus películas, incluso en la etapa muda. Como lo hizo Charles Chaplin en el Gran Dictador en su escena jugando con un globo terráqueo.

Están, por ejemplo, los pasos extasiados de Gene Kelly en Cantando bajo la lluvia. La composición de danza y canto en la escena de la liberación del pueblo campesino en Novecento de Bertolucci, y el baile de tango de Al Pacino al son de la melodía por una pieza de Gardel en Perfume de mujer.

En los sesenta, momento de ruptura en el cine, le llega la hora a West Side Story, obra que se aparta del aire romanticón del ciclo clásico y nos lleva a las calles sucias de un Nueva York depauperado, campo de batalla de dos pandillas juveniles. A ritmo de música y danza se analizan problemas como la migración latina, la delincuencia juvenil y la marginalidad.

Un ambiente duro y lleno de crudeza está presente en Danzad, malditos, Danzad, de Sydney Pollack. Si antes el baile era motivo de alegría y vitalidad, aquí nos muestra su cara degradante. Narra las vivencias de bailarines aficionados que durante la época de la Gran Depresión participaban en las maratones de baile para ganarse unos cuantos dólares.

A fines de los setenta apareció John Travolta, que se convertiría en el rey de las discotecas con títulos como Fiebre de Sábado por la noche, en el que encarnó a Tony Manero, moviendo la pelvis al ritmo de las canciones de Los Bee Gees; o el Danny Zuko en Grease, en el que comparte rol con Olivia Newton John.

Pero uno de los títulos más emblemáticos es Fama, película donde se encuentran distintas manifestaciones artísticas.

En 1983 pudimos ver a Jennifer Bells interpretando a Alexandra Owens, una adolescente ambiciosa que no tenía mucha técnica pero si mucho talento. Su gran oportunidad se presenta cuando se convocan unas pruebas para un importante musical. Allí podemos oír la famosa y clásica canción Flashdance... What a Feeling interpretada por Irena Cara.

Actualmente hay un sin fin de films musicales acompañados de excelentes coreografías. Como lo fue la trilogía de High School Musical y Hairspray.

Personalmente la que más me gusta de esta época fue Billy Elliot. Se trata de un niño de 11 años que sueña con ser un gran bailarín y a su corta edad enfrenta a su padre y a su hermano, quienes no lo apoyaban ya que por los años ochenta no estaba del todo bien visto que los hombres bailaran, ya que lo consideraban un deporte poco masculino.

A pesar de todo, Billy les demuestra a todos que realimente tiene un don y su padre, que no quiere que termine siendo un obrero como él comienza a darle su aprobación. Es una película muy hermosa, si no la vieron se las recomiendo.

Full Monty es una de mis favoritas en este género. Un grupo de obreros rondando por los cuarenta años, tras quedar desempleados deciden ganar mucho dinero en poco tiempo, por eso recurren al Strip-tease masculino. Es una película muy cómica y de trasfondo tiene el desempleo que hay en la actualidad y los problemas sociales de cómo mantener la dignidad.

Lucyana García

Cumbres Borrascosas

Últimamente este título inusual ha despertado interés entre muchas niñas y adolescentes en todo el mundo, debido a que se trata del libro favorito de “Bella Swan” protagonista femenino del best seller y hit de la gran pantalla “The twilight saga”. Pero... esta obra literaria es mucho más qué ser simplemente el favorito de Bella S. Entonces ¿De qué se trata? ¿Porqué este libro es al mismo tiempo aclamado y odiado por muchos? ¿Por qué es considerado como un de las mejores obras literarias de todas las épocas?

Porqué efectivamente, como bien dice la imagen de este libro, se trata de un clásico de la cultura literaria.

Fue escrito por Emily Brontë y divulgado en 1847 bajo el seudónimo masculino de Ellis Bell, publicado de esa manera por ser considerado como una obra precipitadamente contemporánea para la época en la que vivió la autora.

Cumbres borrascosas fue en su época una novela denostada, por su estructura innovadora, tildada de bárbara y brutal por sus diálogos realistas, con maldiciones incluidas, que no estuvieron bien vistas por la puritana sociedad victoriana.

Emily cuenta una historia de amor y de venganza, de odio y locura, de vida y de muerte. Es un drama en el que el odio, la venganza y la endogamia crean un clima opresivo la mayor parte del libro.

Es una historia brutal con personajes que se van al extremo, pero ciertamente es una de las mejores novelas que he leído. Contiene personajes que se alejan completamente de los típicos estereotipos novelescos, presentando historias que perfectamente pueden darse hoy en la actualidad. Una historia que me apasiono de principio a fin, especialmente el personaje de Catherine Earnshow la que por sus caprichos termina desencadenando una historia de dolor y de ira. En cambio Heathcliff, es un poco como el canalla que desea ser redimido por el amor.

De esa manera, dos propiedades y dos familias, le bastan a Emily Brontë para crear una de las obras más conocidas de la literatura. Narrando una trágica historia de pasiones encontradas en la Inglaterra rural más conservadora.

Lockwood, el nuevo inquilino de la Granja de Los Tordos, situada en los inhóspitos páramos de Yorkshire, se ve forzado a buscar refugio una noche en Cumbres Borrascosas, el hogar de su casero. Allí descubre los hechos que tuvieron lugar unos años antes: la intensa pasión entre el joven Heathcliff y Catherine Earnshaw, y su traición hacia él. Dado que la amargura y la venganza de Heathcliff revierten en la siguiente generación, a sus inocentes herederos no les queda más remedio que luchar por escapar del legado del pasado. Y es que Catherine, la hija de una familia distinguida, y Heatcliff, un campesino adoptado por esa familia, pasan de ser compañeros de juegos en la infancia a enamorarse.

Las secuelas de ese amor imposible, obstaculizado por las normas sociales de aquella época, afectan a sus protagonistas y también a sus descendientes a lo largo de varias generaciones.

Cumbres borrascosas hipnotiza y envuelve en una maraña de pasiones, odio, sed de venganza, amor no correspondido, desengaño, desesperanza. Los personajes giran en torno a un hogar que deja de serlo a voluntad y capricho de Heathcliff, un hombre imponente, de fuerte carácter y movido por la ira y el rencor hacia la familia que, aunque lo acogió, nunca lo consideró más que un niño abandonado recogido de las calles de la ciudad.

El señor Earnshaw nunca imaginó que aquél niño de grandes ojos, a quien brindó su casa, terminaría siendo el amo y señor de ésta y todos sus habitantes, engendrando un ambiente de miedo y violencia.

La novela no sólo posee un increíble estilo descriptivo que introduce al lector en el drama desarrollado en una antigua casa de campo, sino qué también brinda un excelente análisis de la naturaleza humana, sus errores, defectos y sentimientos.

En suma, la historia de tres generaciones de una familia de la Inglaterra rural que conviven con la fuerza de la pasión, el amor, el odio y su propio destino. Una novela que ha trascendido de la época Victoriana para convertirse en un clásico.

Cumbres Borrascosas rompe con las leyes establecidas anteriormente. Como observaron algunos críticos de su época, la obra es demasiado pasional y turbulenta, y sus personajes no respetan el orden y la jerarquía de la sociedad del momento, una sociedad que por el cambio que representa la obra de Emily Brontë no duda en censurarla y no hace el más mínimo elogio a su búsqueda por la libertad creadora.

Otra relación de los personajes de Cumbres Borrascosas con los románticos, es su rebeldía contra el orden del mundo heredado, y la conciencia de que en el interior del ser humano existen diferentes fuerzas, a veces contradictorias, que pueden conllevar la autodestrucción. De esta manera concibe que el romántico cree que la razón y el sentimiento no tienen porque separarse. Así, Catherine sabe que su destino está definitivamente atado a Heathcliff, pero así y todo se casa con Linton, desafiando a la naturaleza y creando sentimientos ambiguos que la arrastraran hasta la muerte, dónde se liberará para siempre.

Catherine y Heathcliff, que son los máximos sujetos representantes del romanticismo en la obra, ya que los otros personajes siguen una línea más bien tradicional y costumbrista, se rebelan contra los habitantes de las Cumbres, que no aceptan esta búsqueda de la libertad y los quieren someter. Ambos personajes creen en el amor verdadero y lo asocian con la muerte, creen que después de la muerte van a encontrarse y que las ánimas muertas pueden volver e irrumpir en las vidas de los mortales.

Sin este sentimiento de amor puro por alguien o algo, y sin la creencia de que la muerte puede convertirse en vida, la existencia de una persona romántica no tendría sentido. Es el caso también de Heathcliff y Catherine, y de seguramente, la hija de Catherine también. Para los románticos, Dios no es sino el sentimiento interior por el que actúan motivados y entusiasmados.

Emily Brontë ama la libertad en un mundo en el cual su familia es diferente por basarse en ella, como Catherine Earnshaw la busca también a pesar de las trabas y contradicciones que ofrecen los demás personajes de la obra.

De ahí que más que una historia de amor, Cumbres borrascosas es la crónica íntima de una dependencia vivida hasta la desesperación, el relato que desvela los lazos de dos seres que estuvieron tan unidos que llegaron a intercambiarse sus identidades y todas sus carencias fundamentales. Por eso tras la muerte, el fantasma de Catherine, ya reducido a carencia pavorosa vagará sin descanso por el páramo: otra imagen de la carencia y hasta de la miseria.

Se trata de un clásico de la literatura inglesa, Cumbres borrascosas es el páramo maldito donde nace un amor fronterizo entre los sueños y lo prohibido que no pueden cumplirse, pues su cumplimiento implicaría la locura y la entrega absoluta a los fantasmas del deseo.

En conclusión es una historia maravillosa y aterradora que bien merece su fama. La narrativa es rica y compleja, los personajes son desgarradores pero sobretodo increíblemente humanos.

Es maravillosa en cada letra impresa, con una narrativa por demás peculiar al igual que sus protagonistas. Una obra de la literatura con todas las de la ley. Realmente este libro es de obligada lectura, la fuerza de ese amor imposible, así como la brutal y desgarradora personalidad de los personajes, la crueldad provocada por anteponer la vida fácil a un amor verdadero, el egoísmo de Catherine.

¡Cuántos sentimientos expresados y con qué fuerza! Realmente te cambia su lectura.

En fin, para no liar más la cosa, Cumbres Borrascosas es una historia arrebatadora y romántica, una venganza que se prolonga hasta el final, y un amor que irá más lejos todavía. Es, en definitiva, una complicada tragedia que constituye una de las obras maestras de la literatura.

Valerie Pech Vite.

Smallville. El villano de la historia.

Hace algunos años estaba de visita en casa de un familiar, y uno de mis primos encendió el televisor, viendo una serie que seguía. Estaba aburrida, así que lo acompañé preguntándole cosas de qué trataba, para poder seguir el hilo del capítulo.

Me habló sobre una serie que relataba la adolescencia de SupermanSmallville. Y quizá fruncí el ceño, porque con esa explicación vaga, me resultaba algo casi paródico. Pero me quedé viendo el capítulo con él, y comprendí mejor a qué venía todo el asunto de la serie.

Desde el primer momento me llamó la atención un personaje, Lex Luthor. Y es que para esa temporada, la segunda, aparecía casi como el mejor amigo de Clark Kent. Era un joven bueno, con dinero, pero bueno.

De ahí no vi más la serie hasta mucho después, y la retomé para cuando las cosas comenzaban a cambiar. Siempre fue algo interesante notar a Clark en la relación con sus padres, a porqué a pesar de ser poderoso, él mantiene ese bajo perfil, y durante la serie, hasta ahora que ha finalizado su novena temporada, el eterno conflicto de Clark con su deber y forma de ser, se ha desarrollado bastante bien.

Pero seguía siendo Lex quien me interesaba, por la simple razón que la explicación de por qué es el villano luego, es genial. Él se ve atrapado cuando intenta escapar de la sombra de su padre, intentando hacer todo el bien para que nadie lo compare a su progenitor. Pero en su obsesión por hacer el bien, por descubrir cosas y proteger a la humanidad, él mismo se entrampa, acercándose a la oscuridad de la que huye.

Él mismo admite que ese lado oscuro siempre lo persigue, pero que mediante su amistad con Clark logra iluminarla, el problema surge cuando comienza a sospechar de su amigo granjero, y averigua, ahí, en medio de los secretos, de las mentiras que cubren la verdadera procedencia de Clark. Lex comienza a ser el de los cómics.

Las decepciones de las personas que decían quererlo, el fracaso en su intento de ser bueno, lo van comiendo. Lex todo lo que quiere es amor, y así como avanza el tiempo, sólo gana dinero y poder. Se nota ya, cuando incluso crea armas que ponen en peligro el planeta, que su obsesión gana sobre su instinto de bondad. Lex supera sus miedos sobre las inseguridades emocionales que tiene, para abrir paso a un calculador, incluso brillante villano, que irá contra Clark, sin saber qué es su antiguo amigo, pero si, creyendo firmemente que lo hace por un bien mayor.

Incluso ahora, cuando Smallville ya no tiene al actor que interpretó a Lex Luthor, su presencia es fuerte en la serie, siendo citado prácticamente en cada capítulo. La producción ha llegado a presentarlo en forma de dobles, haciéndolo parecer tan mal herido debido a su último enfrentamiento con Clark, que apenas y se ve su ojo.

Pero más allá del desarrollo que este personaje ha tenido por casi una década, es el debate sobre las acciones y sus razones lo que inicia, ya que, de alguien con tan buenas intenciones y con todo a su alcance para realizarlas, sale uno de los villanos más conocidos de la historia de las historietas.

Smallville está anunciada para una última temporada final, la décima, con la que al fin cierran el capítulo, a mi parecer, extendido, ya que se le han inventado nudos nuevos a las temporadas, que viéndolo como un todo dentro de la serie, está de más.

Es quizá lo único en desarrollo aún lo de la relación amorosa de Lois y Clark, que ya casi es un hecho consumado. Y Clark ya casi tiene su traje de colores primarios y su nombre oficial, porque hasta ahora anda de negro y lo llaman “Blur” (Borrón), debido a una fotografía suya publicada en el Daily Planet, donde solo se ve la estela borrosa de su pasar.

Si Smallville ha durado más temporadas de las que debió, siendo que hace dos que ya perdió a la mayoría de sus personajes iniciales, es de esperar que ahora en la última, den un satisfactorio final, pero sobretodo, que si quieren cerrar la historia de Clark Kent para que él comience a ser Superman, esa transformación no puede ocurrir sin que frente a él, esté su máximo enemigo, Lex Luthor.

Rocío Sandoval Vinés

Danzón

Ya imagino su ceño fruncido y su mente volando, al imaginarse de pronto a sus abuelitos bailar en la última reunión de la familia, vestidos de gala, él con el clásico traje pachuco de los salones de baile, ella, ataviada con lentejuelas y tacones. Elegantes.

Elegancia. La palabra exacta para definir al danzón. Baile de origen cubano y raíces criollas.

El danzón fue producto de la mezcla de varios ritmos cubanos, afros y haitianos, sin embargo, no fue hasta 1879, que se conoce en primer Danzón: Las Alturas de Simpson. Su impacto fue tal, que hasta nuestros días, este baile figura como uno de los más emblemáticos tanto en Cuba como en México.

El danzón es un arte no solo musical, en donde se utiliza el ritmo del cinquillo. En este estilo, las parejas bailan pegados, a una velocidad lenta que realza el estilo de cada paso y movimiento que van entrelazándose entre la pareja. La elegancia que este baile otorga, se alcanza por medio de movimientos sutiles, en un espacio estrecho, sin desplazamientos amplios.

El arte de este estilo, radica también en el seguimiento sistemático de una serie de partes en los pasos que van dirigidos por las piezas musicales. En la primera etapa de la pieza musical, se baila lentamente y cuidando mucho el estilo, dibujando cuadros en el piso y a ritmo de 3 tiempos. En la segunda etapa se aplaude a la orquesta mientras las mujeres se echan aire con el abanico y los hombres se acomodan el bulto (Jajaja, el sombrero, la chaqueta, el pañuelo). En la tercera etapa se baila un poco más rápido (eso sí, sin perder el estilo) y a ritmo del son cubano.

Ver a un pareja bailar Danzón, es increíblemente sensacional. Tus ojos pueden ver destilar la elegancia en cada paso, en cada cambio. Y la mezcla de los sonidos musicales de las danzas de pareja con el son cubano, vinieron a crear un nuevo estilo: el Danzón. Otra maravilla de la música.



Marcos Hernández Bustamante

lunes, 21 de junio de 2010

Revista Cultura Libre N. 3


¡Bienvenidos a todos a la publicación N. 3 de la Revista Cultura Libre!


En esta edición, daremos rienda suelta a la imaginación y al pensamiento.


En este numero tenemos:










Música: Epica.


Rincones del Mundo: Baja California. México.



Esperamos que lo disfruten mucho. Este es un número genial. Sigan acompañándonos por esta expedición por la Cultura.


Respetuosamente,
Nuestro equipo editorial.


Artista, Ingeniero, Cantante y Teatrero. ¿Ser todólogo es normal?


Editorial N. 3


A saber primeramente que esto no es una clase de educación vocacional. En realidad, podría decirse que es una especie de introspección.

¿Alguna vez te has preguntado si podrías tú escribir algún cuento o novela? ¿Alguna vez te preguntaste si podrías ser bueno si aprendieras a pintar? ¿Buen actor si estuvieras en alguna obra de teatro? ¿Un buen bailarín? ¿Un excelente poeta oculto?

Descubrir nuestros talentos, nuestras pasiones, nuestras capacidades creativas. Esta es la tarea de hoy.

Cuando comencé a escribir fue un arrebato, lo reconozco, pero al hacerlo no creí que pudiera hacerlo, nunca se me pasó por la cabeza que lo podría hacer bien, y que además, me llegara a gustar tanto hacerlo. Lo mismo sucedió cuando aprendí a pintar, cuando entré al coro por un tiempo, cuando descubrí que sacarle canciones a la guitarra no era tan difícil. Si nunca hubiera descubierto esos rincones de creación y creatividad, creo que no sabría hacer nada.

Pero dejando a la autora a un lado, ¿Cuándo nos hemos detenido a pensar en qué podríamos ser buenos, artísticamente? ¿Qué tal si dentro de nosotros tenemos a un poeta, un bailarín, un actor, un cantante, un pintor o un fotógrafo excelente? ¿Si es así, por qué no nos hemos dado la oportunidad de saberlo?

Quizá sea este individualismo exacerbado y la creencia de la especialización extrema. Ese pensamiento que dice que las personas deben ser expertos en una sola cosa. El ingeniero debe ser ingeniero pero además especificar de qué: hidráulico, mecatrónico, civil, agrónomo, etc., etc. ¿Qué pasó con los todólogos?

¿Recuerdan a los grandes pensadores, y emblemáticos de la Historia? Algunos de ellos eran todólogos, o más bien polímatas. Esto es, un término griego que quiere decir que conoce o sabe mucho. Actualmente, el término se refiere a las personas cuyos conocimientos no están restringidos a un área de conocimiento concreta, sino que dominan diferentes disciplinas. La mayoría de los filósofos de la antigüedad eran polímatas, gran emblema de esto es Aristóteles.

En el renacimiento podemos mencionar a Leonardo Da Vinci, quien fue Artista, Científico, Ingeniero, Inventor, Anatomista, Escultor, Urbanista, Botánico, Arquitecto, Poeta, Músico, Escritor. O a Miguel Ángel: Arquitecto, Pintor, Escultor. En épocas subsecuentes podemos mencionar a: René Descartes, Shen Kuo, Benjamin Franklin, Immanuel Kant, Thomas Jefferson, Isaac Newton, Goethe, entre muchos otros.

Y el desenvolvernos en distintas artes y áreas de conocimientos (ya sean las que aparentemente no se llevan, por ejemplo un actuario que es poeta tambien), no nos vuelve frikis o nerds o desadaptados, muy por el contrario brinda a nuestro ser mucha más riqueza espiritual, intelectual y moral. Sin embargo, como ya mencionamos antes, es el contexto en que vivimos el que nos hace creer lo contrario, que servimos para una sola cosa. Eso es un error magnánimo.

Como seres humanos pensantes, uno que crea, imagina, propone, transforma; es imperativo dar rienda suelta a nuestras capacidades, para así conocernos, descubrirnos, hallar un mundo enorme que quizá no sabíamos ni que existía.

Entonces, ¿Cómo puedo saber si soy un todólogo? Aprendiendo, experimentando, curioseando. Las casas de cultura cerca de tu comunidad deben tener una serie de talleres en las que puedas desenvolverte, en tu escuela también debe haber algún taller o grupo que se dedique a alguna actividad. De igual modo, si tienes algún familiar que tenga alguna habilidad así, ¿Por qué no pedir que te enseñe? Toma un libro y lee, toma un papel y escribe.

¿Cómo saber si dentro de nosotros tenemos a un poeta, un bailarín, un actor, un cantante, un pintor o un fotógrafo excelente?

No hay otra forma que empezar a descubrirlo, de otro modo, jamás lo sabremos.

¿Y tú qué opinas?


Marisol Hernández Bustamante.

Poética Italiana


Parole/Palabras

[*Umberto Saba]


Parole,
Dove il cuore dell’suomo si specchaiava
Nudo e sorpresa alle origine, un angolo
Cerco nel mondo, l’oasi propizia
A detergeré voi con il mio pianto
Dalla menzogna che vi acceca. Insieme
Delle memorie spaventose il cumulo
Si scioglierebbe, come neve al sole


***

Palabras,
Donde se refleja el alma del hombre
Desnuda y sorprendida en los orígenes;
Busco un ángulo en el mundo, un oasis
Propicio en que lavaros con mí llanto
De la mentira que os ensucia. Juntos,
El cúmulo de recuerdos espantosos
Se desharía como nieve al sol.



*Poeta y novelista italiano. Con su obra abre una línea poética alternativa, ajena a la búsqueda de un lenguaje puro y absoluto. Nació en Trieste en 1883. Entre sus obras: el poemario “Trieste é uma donna”, “Il Canzoniere”, “Parole”, “Ultime Cose”.

El Diario de un Seductor. Kierkegaard

La seducción, en las personas, es esa capacidad de encantar provocando el deseo. El deseo es el quiebre de la voluntad, arropada en sentimientos morales o éticos, para disfrutar sin restricciones, ese algo buscado en nuestros anhelos escondidos…

Hace algún tiempo paseándome por los pasillos de la biblioteca de mi antigua preparatoria, me encontré con este libro, el cual después de haber leído y analizado, pasó a formar parte de mis obras preferidas en el mundo.

Me encontré con un don Juan en toda la extensión de la palabra, y con miles de apreciaciones en torno a la condición de la mujer: la manera en que se le debe seducir y cómo terminar una relación cuando ya se está harto de ella.

En un principio quién simplemente lea la introducción pensará que se trata de una obra machista y misógina, sin embargo el trasfondo psicológico que en vuelve la personalidad del protagonista, es sumamente interesante.

Si eres de las personas que además de leer, reflexionas y analizas, esta obra seguramente te atrapara.

El diario de un seductor es una obra literaria que cautiva, de un juego psicológico en dónde el único jugador es el protagonista y el resultado indiscutible es un roto corazón, el de la víctima.

Producto de la mente creativa del gran Sören Kierkegaard, precursor del existencialismo, neoortodoxo, postmodernista, humanista e individualista. Considerado gran pensador del siglo XX, sobrepasando los límites de la filosofía, la teología, la psicología y la literatura, considerado como uno de los personajes más influyentes del pensamiento moderno.

Así el libro narra la historia de un seductor empedernido, sumamente egocéntrico y arrogante, que disfruta en gran manera de la cacería de sus conquistas, más que de la conquista misma. Para él la seducción es un arte que debe llevarse a cabo con sumo y meticuloso cuidado.

Lo que motiva al personaje es únicamente ese lapso de tiempo en el que una pareja todavía no es pareja; jugando a amar. Sí, a amar, como si de un juego de ajedrez se tratara. Nunca se deja llevar por sus emociones sino que busca siempre estar en absurdo control, manipulando a su víctima de tal manera que ella no se dé cuenta, y una vez que consigue que la mujer se rinda ante él, la deja, justificando que con esa experiencia estará aún más cerca de encontrar el verdadero amor.

Es bien sabido que en el juego de la seducción intervienen la mirada, los gestos, la sonrisa, varias actitudes para despertar el deseo de los demás. Pero cuando el poder de las palabras hace acto de presencia, la seducción de lo sensible que guarda la literatura de esta obra es la que realmente seduce, se sucumbe a la seducción específica del arte; como le sucede a la adolescente Cordelia, la protagonista femenina de esta magnífica obra. Juan, esteta, seduce a Cordelia a través de la imaginación, de la inteligencia y el poder de la literatura.

Todo el camino para conquistar a Cordelia está proyectado por Juan de esta forma, no quiere poseerla físicamente, para él la posesión culminaría la seducción, lo que en realidad desea es mantener la seducción, mantener el ideal al que aspira: la sublimación, invadirla de emoción.

Las sensaciones son narradas con maestría en esta novela estructurada a través de cartas. El protagonista demuestra cómo se puede hacer creer a alguien que uno ha dicho o hecho cosas que en realidad no han acontecido. Se trata de engañar sin engañar, de generar en el otro la impresión o casi la certeza de encontrarse ante un fenómeno ante el cual, en realidad no se encuentra. Y ¿por qué? Porque el seductor es capaz de tomar distancia y saberse fuera del proceso una vez que se desata.

Las líneas de este libro son seductoras, cuando lees el libro no solo te das cuenta del talento de Kierkegaard para envolvernos en su lirica y filosofía, si no también uno se hace consciente de que el dolor también puede ser una forma de amar.

El diario de un seductor, en realidad habla sobre un hombre temeroso de perderse las pasiones de la vida, las cuales, ha perdido por la incapacidad de mantenerlas en su corazón.

Esta recopilación, es una muestra del verdadero talento en la literatura, ya que por medio de sus finísimas facultades intelectuales, el protagonista sabe inducir de forma maravillosa a una muchacha a la tentación, ligarla a su persona incluso sin desear siquiera tenerla para sí mismo.

Todo esto, sin que él, por su parte, hubiese demostrado el menor acercamiento, sin que aludiese al amor en ninguna de sus palabras, sin una declaración y ni siquiera una promesa.

Se trata de buscar el máximo placer sin ningún compromiso entra en estas fronteras delgadas que separan la exquisitez de los bajos instintos.

“¿Qué ama el amor?… Un recinto, no era el paraíso un lugar cerrado, un jardín expuesto a Oriente. Si nos acercamos más a la ventana, aparece un tranquilo lago, que humildemente se esconde entre las orillas escaparadas. En la orilla hay un barco. Un suspiro del corazón hinchado, un soplo del corazón inquieto: suelta amarras, resbala por las olas del lago, empujado suavemente por la brisa de una pasión que no tiene nombre. Si miramos para el otro lado, ante los ojos se dispersa el mar, que no puede detener nada, perseguido por el pensamiento, que no retiene nada… ¿Qué ama el amor? El Infinito. ¿Qué teme el amor? Los límites.”

Para el sujeto el amor siempre tiene un límite, el de la entrega por parte de su víctima. De esta manera Kierkegaard logra mostrarnos el carácter estético de la seducción. Para él la esteticidad de la seducción consiste en hacerle creer a la muchacha que es libre: libre de ser altiva, libre de entregarse, libre a su vez de humillaciones semejantes al enamoramiento.

Pero cuando ella por fin se enamora, cuando la entrega es definitiva, para él ya no tiene sentido alguno, tal como la flor que se ha marchitado, el interés también se marchita, el juego ha terminado.

“Ni aún quiero decirle adiós: lágrimas y suspiros de mujer que perturban, trastornan mi espíritu sin un fin”.

Así este apasionante seductor, este conocedor de las debilidades femeninas, de las condiciones propias de la femineidad, concluye su diario con el mayor desprecio posible:

“Hubo un tiempo en que la amé; pero de aquí en adelante mi alma no puede pertenecerle. Si yo fuese un Dios, haría con ella lo que Neptuno hizo con una ninfa: la transformaría en hombre…”

Pero a pesar del desprecio, a pesar de la misoginia evidente que todo seductor trasluce en su conducción, sé que siendo mujer jamás podría haberme disfrutado una obra semejante como lo hice con ésta, pues, aún cuando la mujer es considerada objeto, es siempre el sujeto exclusivo de un arte tan sublime como el de la seducción.


Valerie Pech Vite.