"Cultura como usina, como fábrica de símbolos de un pueblo. Cultura como un conjunto de signos de cada comunidad y de toda la nación. Cultura como el sentido de nuestros actos, la suma de nuestros gestos, el sentido de nuestro modo de vida." [GIL, Gilberto. Discurso de asunción como Ministro de Cultura de Brasil, 2003]

domingo, 25 de julio de 2010

El mundo se derrumba


Editorial Nº 7

No, no anuncio el apocalipsis, es sólo que inspirada en una canción que escuchaba, mientras veía transcurrir un día entero de lluvias en mi ciudad, no pude dejar de reflexionar en torno al cambio drástico que ha sufrido el clima desde hace ya algunos años.

Hoy en día las estaciones del año están desfasadas, es decir, la primavera ya no viene cuando se supone está fechado sino que se retrasa, las lluvias ya no vienen en Mayo como dice la canción esa de: Las lluvias llegaron ya, otra vez vuelve a mí, como lluvias de mayo, que perfuman las flores del amor. El verano se confunde con el otoño, y el invierno perezoso parece demorarse más de la cuenta, y extenderse más allá del febrero loco, marzo otro poco.

Los cambios climáticos de verdad que no son cosa sólo de discurso de moda que se ha venido suscitando con los años internacionales de medio ambiente y foros sobre calentamiento global. El problema va más allá, el reloj del planeta se está distorsionando, trayendo más problemas que una semana lluviosa y torrencial.

Las temporadas de siembra y cosecha, por parte de los sectores campesinos se distorsiona, las migraciones de fauna ya no concuerda como antes, las lluvias ahogan siembras enteras, y secan muchas otras.

Realmente hay un problema, y no es la intención de que se echen a llorar y se frustren, es simplemente, pensar en ello de vez en vez, informarse de vez en vez, hacer pequeñas acciones que de algo contribuyan a retrasar estos cambios climáticos, por mínimos que sean: No tiren basura en las calles ni espacios públicos, apaguen los aparatos o luces que no ocupen, recolecten el agua de lluvia y ocúpenla para lavar el coche, el patio o regar las plantas, cosas así. Quizá no sean las grandes acciones, pero tendremos la satisfacción de haber contribuido aunque sea un poquito a cuidar nuestro entorno.

¿Y tú, qué opinas?

Marisol Hernández Bustamante.

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