"Cultura como usina, como fábrica de símbolos de un pueblo. Cultura como un conjunto de signos de cada comunidad y de toda la nación. Cultura como el sentido de nuestros actos, la suma de nuestros gestos, el sentido de nuestro modo de vida." [GIL, Gilberto. Discurso de asunción como Ministro de Cultura de Brasil, 2003]

domingo, 22 de agosto de 2010

Evolucion Cinematográfica

El cine ha pasado por un proceso evolutivo bastante apresurado, si consideramos que su existencia a penas ronda los cien años, podríamos suponer que el acelerado ritmo del cine responde a la incansable búsqueda por reinventarse. Pero, ¿es esta rápida evolución necesariamente productiva?

Primero he de aclarar que la razón por la cual he decidido abordar este eslabón del viaje de transición del cine clásico al moderno, es que se ha visto bastante sobre la estética, sobre las posibilidades de cámara y montaje, sobre la actuación de los actores, y creo, todo esto tiene un base, que es la historia y como ésta quiere contarse, qué es lo que se quiere entregar a través del film, siendo lo demás las herramientas disponibles para este fin. Y es luego de pasar por estas herramientas, que me surge la interrogante sobre la real necesidad de esta evolución cinematográfica y de la efectividad de los nuevos métodos.

Finalmente llevándonos al cine de la actualidad y, a mí parecer, a la dudosa finalidad de este.

La concepción de una obra fílmica, en el cine clásico, es bastante cercada por acuerdos comunes de quienes realizaban las películas (tanto productores, como directores, guionistas, etc.) Generando estructuras que debían ser cumplidas (Código Heiss), las que bien pueden ser llamadas censuras a la libertad creativa de los cineastas. Sin embargo estas censuras proceden de la intención de respetar al espectador.

Si consideramos que una de estas censuras consiste en llegar siempre a un “final feliz” o al menos un final donde las fuerzas del bien se impongan ante las del mal, se puede hablar de un cierto espíritu positivista, de entregar al espectador una esperanza. ¿Pero es necesario siempre asegurar que llegaremos a buen término? Y por lo mismo, es más una exageración proteger al espectador ante escenas de violencia o sexo, subestimando su capacidad de codificación, ya que no estamos hablando de niños que verían estas imágenes, si no de adultos con valores ya formados, los cuales no cambiarían por ver actitudes contrarias a sus creencias en la pantalla.

Luego de esta época de controlada creación, en Francia ocurre una especie de “revolución cinematográfica”, que viene a cuestionar y cambiar lo que lleva décadas realizándose.

La Nouvelle Vague se presenta como un meticuloso estudio al cine clásico, he aquí un punto importante en cuanto al proceder de este grupo, para romper reglas se necesita conocerlas y estudiarlas a profundidad, de este modo encontrar las fallas de éstas y mejoraras, o en definitiva romperla. Y ya que siendo este grupo de cineastas franceses cinéfilos, cosa que no sucedía necesariamente con los cineastas anteriores, han sido bien educados respecto a lo hecho en el cine, y la forma en que se ha procedido en las décadas anteriores, y de allí, de lo conocido, es de donde lo transforman, rompiendo con lo establecido. Jugando un papel justiciero[1], el cual se auto otorga, busca dar paso al siguiente paso en la evolución cinematográfica.

Y luego de que la Nouvelle vague pavimentara el camino hacia un nuevo cine, se presenta el cine moderno, y en esta modernidad cinematográfica nos encontramos sin la censura del cine clásico, de hecho es tanta la libertad otorgada a la creación, que existe una nueva forma de entregarle al espectador algo útil, algo más allá del mero entretenimiento que supone la proyección de un film.

Nos encontramos con un cine más realista en sus actuaciones, con más recursos estéticos, dispuesto a probar nuevas formas de expresión.

¿Por qué el cambio tan radical de un cine con parámetros tan incorruptibles a uno con la mayor libertad que podría pedirse? Primero debemos dejar clara una cosa, no es solo el cine clásico y el moderno, si no la diferenciación del cine Hollywoodense del cine europeo, siendo este último el que comenzó con este proceso evolutivo, a través de la Nouvelle vague, dando paso a este nuevo escalón del desarrollo cinematográfico.

El punto es que si se considera lo entregado al espectador, el cine moderno no deja de concederle utilidad a quién ve el film, si no que cambia la forma de entregar. El cine clásico era directo y sin mucha complejidad decía lo que estaba bien, casi a modo de moraleja, llegaba al final a través de un camino que se repitió tantas veces que provocó la necesidad de un cambio.

Entonces en el cine moderno se le entregan al espectador piezas que debe acomodar para descifrar lo que le es útil, y el camino recorrido para llegar el final presenta interrogantes que no solo son aplicables a la historia de la película. Tomo como ejemplo Viaggio in Italia[2], a pesar de ser este un film bastante temprano al cine moderno, pero que fue una precursora de éste. Básicamente es una historia de amor, pero en base al conflicto que vive el matrimonio de la pareja protagonista, en cómo dentro de un simple viaje surgen las instancias para reflexionar sobre su relación. Esta posibilidad de reflexión es lo que marca la diferencia, el cine moderno le propone al espectador cuestionarse, reflexionar sobre las situaciones, sin mostrarle todo color de rosa, si no enfrentándolo a conflictos que requieren pasar por un camino sinuoso para resolverse, dejando abierto que no necesariamente se tendrá éxito. El cine moderno deja de subestimar al espectador y lo desafía a ir más allá de lo literal mostrado en la pantalla, a ver más allá de las realidades locales y llevarlas al contexto de cada uno.

Luego de poner en tela de juicio esta necesidad de evolución cinematográfica, creo que más que necesaria, es inevitable. Con esto me refiero a que es un proceso necesario en cualquier ámbito, siendo más importante el legado que ha dejado cada etapa del camino, y si realmente ha servido para constituir lo que hoy tenemos como cine, y de ser así, qué es lo que hemos aprendido y aplicado.

¿Y en qué ha quedado todo este intento por desarrollar el cine?

Creo que la evolución ha llegado a un punto en el que se han tomado el cine como una herramienta con la cual cumplir ciertos fines, bastante distintos a lo planteado en la modernidad, por lo que habríamos llegado a un cine de actualidad, en el cual las razones por las que se hace cine o se desarrolla un cierto tipo de historia y con cierta estética, se puede apreciar en dos grandes grupos, dejando claro que no tienen por qué todos los cineastas caer en alguna de ellas, ya que si hay algo de lo que el cine puede jactarse hasta el día de hoy, es que a partir de la Nouvelle vague existe la libertad para no encasillarse.

El primer grupo es el cine con tendencia Hollywoodense que sería una constante movilización de una industria que va por la “fama y fortuna” de sus films, que cuenta la taquilla, los millones invertidos, las ganancias, etc. Que se mueve según lo que requiera el mercado en cuanto a demanda, de modo que entrega una oferta satisfactoria, y de ahí que existan tantas películas sin más fin que mostrar algún actor de moda en alguna película sin mayor profundidad, ni de trama ni de estética.

Por otro lado está el cine considerado más serio, tal vez hasta de culto, ubicados principalmente en el cine europeo, cuyos seguidores se ufanan de la cultura cinematográfica que poseen al admirar alguno de estos films, los cuales constituyen una elite, ya que para presentarla a las masas deben competir con los éxitos de taquilla en los cines, quedando en segundo plano a la hora de distribuirse.

Así como algunos de los realizadores de estos films pasan por el mismo problema de aires de superioridad, y buscan crear una obra por el hecho de romper un canon o conseguir el reconocimiento de sus pares (más que del público ordinario). Muchas veces realizando obras con el fin de satisfacer sus propios egos, lo cual es bastante desconcertante, considerando que el cine se entrega al espectador.

¿Dónde queda entonces ese cine moderno que le plantea interrogantes a resolver para el espectador?

Podría decirse que simplemente llegamos a un punto donde se busca llenar el bolsillo o el ego, y que el desarrollo del cine, en su exploración, sufre una catástrofe similar al tan manoseado tema del clima del planeta, que de tanto buscar progreso quedamos encerrados en un circulo vicioso del que no logramos salir para rescatar la base sobre la cual estamos viviendo (en el caso del clima) y creando (en el caso del cine).



Rocío Sandoval Vinés


[1] Después de todo (Serge Daney, en La política de los autores, Barcelona, Ediciones

Paidós, 2003, pp. 11-17)

[2] Viaggio in Italia, Roberto Rossellini, 1953

No hay comentarios:

Publicar un comentario